jueves, noviembre 07, 2024

TERESA MIRA, cmt, HIJA PREDILECTA DE FRANCISCO PALAU

 


Aunque la Venerable Teresa Mira, cmt,  no conoció personalmente al P. Palau, su afinidad y sintonía con el carisma palautiano lo recibió de buena fuente. En Novelda, cuando la joven Teresa frecuentaba la comunidad y pasaba las tardes de los domingos en el colegio de las hermanas carmelitas misioneras teresianas, tuvo contacto con una de aquellas hermanas, María de Sta Teresa (Gateu Galucho), a la sazón superiora de la comunidad.

 La Hna María de Sta. Teresa, fue una de  aquellas jóvenes afortunadas que recibieron su formación casi de la mano del fundador, que lo admiraron  como hombre de fe y amor apasionado a la Iglesia,  que supo de su fidelidad a las necesidades más apremiantes de los hombres de su época. Perteneció al grupo de hermanas que  pudo admirar de  cerca   a su fundador, sin duda, ella también quedó contagiada de su celo y amor a la que él llamaba ‘su cosa amada’. Lo vio empeñado en su obra de fundador para dotar a la Iglesia de almas misioneras y contemplativas, hombres y mujeres que, con su oración y servicio, pero sobre todo con su amor apasionado a la humanidad fueran pioneros amantes, entregados, dispuestos a servirla y amarla.

  1. Teresa Mira era un alma impaciente deseosa de entregar la vida.  Entró de lleno en esta dinámica carismática de su Fundador el Padre Palau. Su vida de amor y entrega a los hermanos eran el ideal vocacional que la había conducido al carmelo misionero teresiano. Su respuesta a la llamada de Cristo en esta congregación palautiana fue plena. Teresa se entregó con pasión y fidelidad en esta pequeña-grande Iglesia en la que su proyecto de vida iba a ser tan fecundo. No hizo grandes cosas: ”para ser santos, nos dice el Papa Francisco-, no hay que ir en busca de cosas raras, basta ser fiel en lo cotidiano, estar dispuestos a entregarse el Señor a través de sus hijos los hombres, salir a las periferias…regalar a todos tu tiempo, tu sonrisa, tu alegría, tu dolor…” virtudes que la hermana Teresa Mira supo practicar. Solía decir  hay que ‘vivir haciendo el bien’,  y este hacer el bien lo envolverá con amor del bueno, a los hombres, sus hermanos, y a su Dios,  cuanto más mejor, porque ‘para Dios todo es poco’.
  2.                               

 Teresa Mira García, carmelita misionera teresiana, de ella se ha dicho:


Es una auténtica flor de santidad”
“Plasma en su vida el marianismo palautiano, el cual era vivencia de    actitudes    concretas, de acogida y servicio”
“La vida de Teresa Mira, fue una luz fruto del testimonio  de  Cristo; y su  fatigoso caminar, una siembra de virtudes”
“El apostolado de la bondad con el de su sonrisa y paz, fue el carisma  primordial de su vida” Vivió su vocación enamorada de la Iglesia como  fiel hija de Francisco Palau


miércoles, septiembre 25, 2024

"PASIÓN POR LA VIDA"

 

TERESA MIRA  Y LA GRANDEZA

 DE LO PEQUEÑO

       Rosario Montero Villalba, cmt

Vivimos en un tiempo y una cultura que privilegia la cantidad, el tamaño, contabiliza el número; una cultura que se fija en lo grande, lo extraordinario, lo llamativo; deja en las manos de los “grandes” la marcha del mundo… Sin embargo, nos asombra la manera tan profunda como miraba Jesús a las personas y las dignificaba por sus actitudes y gestos más sencillos. Podemos tomar como ejemplo la ofrenda de la viuda (Mc 12, 41-44). Jesús sabe mirar dónde está la verdadera grandeza, la generosidad radical, la humildad que brilla y conmueve, la grandeza de la gente sencilla. 

En nuestra vida, seguro que nos encontramos con mucha gente buena cuya entrega, callada y discreta, pasa desapercibida. Todos tenemos ejemplos y anécdotas para demostrar la grandeza que se puede derivar de los detalles más pequeños. Sabemos, porque lo hemos experimentado, cuántas veces lo más insignificante e intranscendente puede producir y producirnos contento y felicidad. 

 Un testimonio, muy de familia, que nos ofrece pequeñas y repetidas ocasiones de servir a Dios es nuestra hermana Teresa Mira. Ella no fue sabia, ni poderosa, ni de la nobleza (1Cor 1,26). Su sencillez va más allá de toda ciencia y está al alcance de todos. Supo interpretar muy bien la cita evangélica: “Yo te alabo, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, y las revelaste a los pequeños.” (Lc 10,21). Porque para Dios no existen los instruidos y los iletrados, los fuertes y los débiles, los conocedores y los ignorantes. No busca a las personas más capaces de la tierra para darse a conocer, sino a las más pequeñas, pues sólo estas poseen la única sabiduría que tiene valor: la humildad.

jueves, junio 06, 2024

HNA. TERESA MIRA, CMT, MAESTRA DE ORACIÓN

 

CI

Un recurso espiritual y muy saludable es la oración personal.

Así lo consideraba la Hermana Teresa como nos cuenta su hermana Magdalena: “Un día la sorprendí en una habitación y le dije ¿qué haces aquí sola y a oscuras? Y ella sin alterarse para nada me dijo que hacía meditación. Al  interrogarla yo cómo se hacía la meditación y que me enseñara, ya que aquello me parecía cosa difícil, me respondió con candor y sencillez: no cuesta nada, si no puedes hacerla en la iglesia ante Jesús sacramentado, la puedes hacer igualmente en casa. Te retiras a un sitio sola y te pones en la presencia de Dios. La posición no interesa, lo importante es que estés bien penetrada de la presencia de  Dios, y que nada de este mundo te distraiga; háblale de lo que quieras y pídele a tu gusto lo que quieras”. Sí, oración contemplativa ese dejarse poseer, fundirse, vivirse para desvivirse, morir a nuestro ego para liberar nuestra libertad, y ser realmente quienes somos… ese inmenso potencial que tantas veces ni siquiera somos conscientes y que nos plenifica. La verdadera felicidad está en nuestro interior. Y es que para sacar lo mejor de nosotros mismos (y a eso vino Cristo y así nos enseñó) hay que orar. Es la oración la que nos transforma. La oración alimentaba el espíritu de hermana Teresa y lo hacía desbordar en beneficio de cuantos la trataban. La totalidad de personas y testigos que la conocieron y dieron testimonio afirmaron que su unión con Dios la vivía y la demostraba en el trato y servicio a los demás. ¿No experimentamos gozo cuando nos vamos desgastando por amor a otros? “Hacer siempre el bien a todos”.

                                                                                Hna. Sabina

                                                                       González Forner, CMT

Fuente "Hoja Palautiana" Núm. 5 | Abril 2024 



viernes, abril 05, 2024

TERESA MIRA Y EL CARISMA PALAUTIANO

                     

Aunque la Venerable Teresa Mira, cmt,  no conoció personalmente al P. Palau, su afinidad y sintonía con el carisma palautiano lo recibió de buena fuente. En Novelda, cuando la joven Teresa frecuentaba la comunidad y pasaba las tardes de los domingos en el colegio de las hermanas carmelitas misioneras teresianas, tuvo contacto con una de aquellas hermanas, María de Sta Teresa (Gateu Galucho), a la sazón superiora de la comunidad.

 La Hna María de Sta. Teresa, fue una de  aquellas jóvenes afortunadas que recibieron su formación casi de la mano del fundador, que lo admiraron  como hombre de fe y amor apasionado a la Iglesia,  que supo de su fidelidad a las necesidades más apremiantes de los hombres de su época. Perteneció al grupo de hermanas que  pudo admirar de  cerca   a su fundador, sin duda, ella también quedó contagiada de su celo y amor a la que él llamaba ‘su cosa amada’. Lo vio empeñado en su obra de fundador para dotar a la Iglesia de almas misioneras y contemplativas, hombres y mujeres que, con su oración y servicio, pero sobre todo con su amor apasionado a la humanidad fueran pioneros amantes, entregados, dispuestos a servirla y amarla.

Teresa Mira era un alma impaciente deseosa de entregar la vida.  Entró de lleno en esta dinámica carismática de su Fundador el Padre Palau. Su vida de amor y entrega a los hermanos eran el ideal vocacional que la había conducido al carmelo misionero teresiano. Su respuesta a la llamada de Cristo en esta congregación palautiana fue plena. Teresa se entregó con pasión y fidelidad en esta pequeña-grande Iglesia en la que su proyecto de vida iba a ser tan fecundo. No hizo grandes cosas: ”para ser santos, nos dice el Papa Francisco-, no hay que ir en busca de cosas raras, basta ser fiel en lo cotidiano, estar dispuestos a entregarse el Señor a través de sus hijos los hombres, salir a las periferias…regalar a todos tu tiempo, tu sonrisa, tu alegría, tu dolor…” virtudes que la hermana Teresa Mira supo practicar. Solía decir  hay que ‘vivir haciendo el bien’,  y este hacer el bien lo envolverá con amor del bueno, a los hombres, sus hermanos, y a su Dios,  cuanto más mejor, porque ‘para Dios todo es poco’.

                              

 Teresa Mira García, carmelita misionera teresiana, de ella se ha dicho:


Es una auténtica flor de santidad”
“Plasma en su vida el marianismo palautiano, el cual era vivencia de    actitudes    concretas, de acogida y servicio”
“La vida de Teresa Mira, fue una luz fruto del testimonio  de  Cristo; y su  fatigoso caminar, una siembra de virtudes”
“El apostolado de la bondad con el de su sonrisa y paz, fue el carisma  primordial de su vida”
“Era alma de paz, sembradora de paz”
“Hna. Teresa, como su Fundador p. Francisco Palau, comprendió  que las

lunes, febrero 26, 2024

GRUPO "AMIGOS DE TERESA MIRA"

 

El sábado 25, el grupo amigos de Teresa Mira García, cmt, llegados de Barcelona,  Lérida,  y Tarragona, nos reunimos en la Residencia de ancianos de Les Borges del Camp, adonde, una vez más, oramos junto a la Hna. Teresa y rogamos por la paz del mundo y en nuestras familias. Tuvimos la Eucaristía concelebrada en la Parroquia y la recordamos en esta fecha de su entrada en la casa del Padre, terminamos el encuentro con una comida, y los testimonios de los presentes de las gracias que han obtenido por intercesión de Hna. Teresa. Agradecemos a Salvador este encuentro preparado con tanto esmero y amor a Teresa Mira, cmt.






                              

domingo, febrero 25, 2024

A LA CASA DEL CIELO

 


En la presencia del Padre 

El 26 de febrero recordamos y celebramos la fecha en que nuestra Venerable Hna. Teresa Mira se fue a gozar de la presencia del Padre en la Casa del cielo.

Año tras año, el encuentro con Teresa Mira García, nos regala un puñado de esperanza; será porque, a Teresa Mira García se la encuentra siempre entre las coordenadas de la bondad, la alegría, el bien, el amor, la serenidad, la benevolencia, la amistad, la generosidad… valores simplemente humanos, fácilmente reconocidos por la mayoría, pero, ciertamente, un poco escasos en nuestro mundo actual. Teresa Mira los aprendió desde niña. Fue el suyo, un camino corto, pero intenso,  vivido con pasión, agarrada al corazón de Dios y de los hombres y mujeres de su tiempo en clave palautiana. Aquellas experiencias dejaron huella en su alma; siempre con le fe y la esperanza en alto, apoyada en Aquel que la llamó a estar con Él (Mc 3,13)

         Algunos de los relatos de su muerte, que nos han dejado los que la conocieron suscitan en mí una fascinación especial, me detendré hoy, en el de su amiga Ela:

 “Yo conocí a Teresa Mira”: Así comienza la entrevista que su amiga Ela Bello, tuvo con el periodista, P. Eduardo Gil de Muro.[i]

Poco a  poco fui intimando con Teresa. Pronto me dí cuenta de la calidad de alma que había en aquella mujer…Sí, nos hicimos amigas verdaderas. Me sorprendió la sinceridad con que ella me hablaba de sus cosas siendo, como era, bastante mayor que yo. Y monja. Pero sin que ello supusiera ninguna distancia. Yo la escuchaba casi conmovida. Con ella se podía hablar de todo: de Dios, de nuestra vida interior, de las cosas de nuestra casa, de lo que estaba sucediendo en el pueblo. A Teresa le vibraba el alma. Nunca sospeché que pudiera haber en este mundo alguien tan sensible. Ella era así: incapaz de ver pasar ante sus ojos una necesidad, una urgencia. Creía tener en sus manos la solución de todo(...)

Ela sigue hablando. No, no me preguntes por lo que supone para mí y ahora la Hna. Teresa Mira. No es un recuerdo, no puede serlo nunca, ni una melancolía. Ni una memoria que me asalta cuando menos lo espero. Teresa es una cosa viva. Hablo con ella. Me es tan propia como es propia mi existencia. Un trozo de mí misma. Le digo las mismas cosas que le decía cuando estábamos en Novelda y ella se me iba muriendo poco a poco (…) Fui como su doble. O como su sombra. Una sombra amable que a veces se maravillaba de cuanto sucedía a su alrededor De verdad que me daba como miedo pensar que estaba viviendo con una santa. Y Teresa lo era de verdad. Una de esas almas cristalinas, sencillas hasta la emoción. Capaz de ver siempre el rostro de Dios en el rostro de las gentes (...)           

“la mañana que murió tocaron solas las campanas” Me dijeron que nadie había tocado la campana del Colegio en la madrugada en que ella falleció. Pero, yo, que había ido a Misa en la Parroquia a primera hora, la oí sonar. Y supe que ella había muerto. En Novelda se enteró todo el mundo de la muerte de Teresa. Y se llenó el colegio de gentes que venían a verla muerta. Y cortamos violetas y se las derramamos encima, y la gente se llevaba las flores que habían estado cercanas a su cuerpo. Y le tocaban estampas y medallas. Y el entierro fue como una manifestación de triunfo. Estaba segura de que había sido recibida como se recibe a la inocencia y a la ternura.  Yo la conocí de verdad. La oí respirar a mi lado como respira el corazón de Dios. O el corazón que de Dios vive enamorado”

Fuente: [i] Revista Teresa de Jesús,nº 150, ELA BELLÓ pps 228-232

 


jueves, enero 25, 2024

"PARA DIOS TODO ES POCO"

 Solo hay que mirarle a los ojos para descubrir su bondad y cercanía. Teresa Mira es una persona de aquellas con las que te sientes bien, el encuentro, el trato con ella, no requiere llamada de permiso....

A la Hna. Teresa se la conoce en el pueblo de Alcalá de Chisvert, adonde ha llegado un poco enferma, para cuidar de su salud, como:  la madre de los parvulitos. No sabe medirse cuando se trata de su persona.. Se entrega a los niños con alma y vida, solo entiende el lenguaje del darse calladamente, sin ruido. Lo saben las hermanas de su comunidad que se pueden fiar de ella y pedirle lo que necesiten,  lo saben las madres que llevan sus hijos a la clase de Hna. Teresa y, a pesar de que ésta les dice que son demasiados, que no puede admitir más, le responden: “Ud. verá lo que hace, yo aquí se lo dejo”… lo sabe la Hna. Anita, ya anciana, que tiene que sacar agua del aljibe, y allá va Teresa a echarle una mano; ¡qué contentas quedan las dos! ¿sabes Teresa? Eres un sol, si no fuera por ti...y las dos sonríen felices porque las cosas entre hermanas son así de sencillas. Jesús, el Maestro contempla y bendice, a Él le gusta esta clase de ternura, de la buena, aquella que se reparte simplemente porque sale del corazón y que no espera nada a cambio, ¿qué puede esperar? le basta la amistad y la alegría del otro. Ya lo ha dicho el Papa Francisco: "Cuidad la amistad entre vosotras, la vida de familia, la ternura nos hace bien". Y es que corren unos tiempos en que el egoísmo estéril, el individualismo y el “yo más” se nos meten por los huesos, y necesitamos vidas como las de Hna Teresa Mira, que nos enseñen, sin demasiado ruido, con su testimonio callado, lo que todas y todos anhelamos vivir: amor, cordialidad, alegría, sencillez…Son valores eternos que alumbran las sombras de la vida, calientan el corazón y nos animan a ser cada día un poco mejores.


¡Gracias Hna. Teresa por tu testimonio de bondad y tu vida llena de luz!                                                                                                                                                            Lourdes Buil, cmt



lunes, noviembre 06, 2023

TRAS LAS HUELLAS DEL FUNDADOR

 

Aunque la Venerable Teresa Mira, cmt,  no conoció personalmente al P. Palau, su afinidad y sintonía con el carisma palautiano lo recibió de buena fuente. En Novelda, cuando la joven Teresa frecuentaba la comunidad y pasaba las tardes de los domingos en el colegio de las hermanas carmelitas misioneras teresianas, tuvo contacto con una de aquellas hermanas, María de Sta Teresa (Gateu Galucho), a la sazón superiora de la comunidad.

 La Hna María de Sta. Teresa, fue una de  aquellas jóvenes afortunadas que recibieron su formación casi de la mano del fundador, que lo admiraron  como hombre de fe y amor apasionado a la Iglesia,  que supo de su fidelidad a las necesidades más apremiantes de los hombres de su época. Perteneció al grupo de hermanas que  pudo admirar de  cerca   a su fundador, sin duda, ella también quedó contagiada de su celo y amor a la que él llamaba ‘su cosa amada’. Lo vio empeñado en su obra de fundador para dotar a la Iglesia de almas misioneras y contemplativas, hombres y mujeres que, con su oración y servicio, pero sobre todo con su amor apasionado a la humanidad fueran pioneros amantes, entregados, dispuestos a servirla y amarla.

Teresa Mira era un alma impaciente deseosa de entregar la vida.  Entró de lleno en esta dinámica carismática de su Fundador el Padre Palau. Su vida de amor y entrega a los hermanos eran el ideal vocacional que la había conducido al carmelo misionero teresiano. Su respuesta a la llamada de Cristo en esta congregación palautiana fue plena. Teresa se entregó con pasión y fidelidad en esta pequeña-grande Iglesia en la que su proyecto de vida iba a ser tan fecundo. No hizo grandes cosas: ”para ser santos, nos dice el Papa Francisco-, no hay que ir en busca de cosas raras, basta ser fiel en lo cotidiano, estar dispuestos a entregarse el Señor a través de sus hijos los hombres, salir a las periferias…regalar a todos tu tiempo, tu sonrisa, tu alegría, tu dolor…” virtudes que la hermana Teresa Mira supo practicar. Solía decir  hay que ‘vivir haciendo el bien’,  y este hacer el bien lo envolverá con amor del bueno, a los hombres, sus hermanos, y a su Dios,  cuanto más mejor, porque ‘para Dios todo es poco’.

                              

 Teresa Mira García, carmelita misionera teresiana, de ella se ha dicho:


Es una auténtica flor de santidad”
“Plasma en su vida el marianismo palautiano, el cual era vivencia de    actitudes    concretas, de acogida y servicio”
“La vida de Teresa Mira, fue una luz fruto del testimonio  de  Cristo; y su  fatigoso caminar, una siembra de virtudes”
“El apostolado de la bondad con el de su sonrisa y paz, fue el carisma  primordial de su vida”
“Era alma de paz, sembradora de paz”
“Hna. Teresa, como su Fundador p. Francisco Palau, comprendió  que las

lunes, octubre 23, 2023

RECURSOS: UN RATO CON TERESA MIRA, CMT

Estas son las mejores respuestas  del concurso realizado en la  comunidad Decor Carmeli de Barcelona, el día 26 de septiembre, en honor a Hna. Teresa Mira en el día de su cumpleaños La autora de los versos y dibujos que se dieron a cada hermana es la Hna. Pilar Manasant Civit. Una bonita iniciativa para pasar un rato de distensión junto a Teresa Mira. Quien se atreve a responder a este simpático cuestionario? Ánimo es fácil y las ganadoras tendrán su merecido premio.

 ¡Buen recreo, con Teresa Mira,cmt!




sábado, septiembre 30, 2023

TERESA DE LISIEUX Y TERESA MIRA, CMT, DOS ALMAS GEMELAS

 

Las suyas son dos historias personales bien distintas La doctora mas joven de la Iglesia  nació en el seno de una familia burguesa bastante bien acomodada de Francia, y fue mimada por su padre y sus hermanas, haciéndose monja de clausura a los 15 años.  La venerable Teresa Mira perteneció a una familia pobre y supo lo que es el trabajar duro desde muy pequeña para ganarse el pan de cada día y ayudar a los suyos,  entrando después a la vida religiosa en una congregación de vida activa. Sin embargo Teresa Mira ha sido llamada la Sta. Teresita de España. Abundan los testimonios que nos hablan de su especial devoción por la santa de Lisieux, y de su estrecha relación espiritual.  Son muchas las características que las unen a pesar de todo.