Viaje a Novelda a visitar a H.
Teresa Mira
“Este año
comentamos su especial sonrisa. Una sonrisa que es luz, caricia, beso,
dulzura y cielo, una sonrisa que viene de Dios..."
Una vez
mas y al igual que otros años, salimos
de excursión a Novelda con el fin de visitar a la Hna. Teresa Mira. Estas
visitas periódicas se realizan a petición de un grupo de personas, entre las
que se encuentran madres de alumnos y exalumnos del colegio de las Carmelitas Misioneras Teresianas, de Crevillente, y
las personas que están agradecidas a la Hermana Teresa por los favores
recibidos por su intercesión.
Periódicamente muchas de nosotras nos reunimos teniendo siempre en nuestro recuerdo a D. Julián Nieto, sacerdote y
capellán de la Residencia de
ancianos "La Purísima", con quien nos reuníamos todas las semanas para
celebrar la Eucaristía, novenas, mes de Mayo, momentos de oración etc. El fue
quien nos animó a seguir reuniéndonos aunque no estuviera ya físicamente con nosotras, pues nos vería desde el cielo.
Una vez en la capilla se visita
el sepulcro de la Hna. Teresa y allí se comparte un momento muy emotivo de
oración, en el que participamos las presentes, con lecturas, peticiones,
acción de gracias y se encienden velas que simbolizan la luz, el calor y la
presencia de DIOS al que TERESA supo entregarse. También se ofrecen ramos de
flores en señal de gratitud y afecto y se comentan las virtudes de la Hermana
Teresa.
Este año comentamos su especial sonrisa. Una sonrisa que es luz, caricia, beso, dulzura y cielo, una sonrisa que es una caricia de luz, una puerta al cielo, la luz del alma en la mirada, una sonrisa que viene de Dios. Cuando ayudaba a alguien lo hacía siempre con una sonrisa, repartiéndola por donde pasaba y de esa manera alivió el sufrimiento de muchas personas, a las que escuchaba y ayudaba.
Este año comentamos su especial sonrisa. Una sonrisa que es luz, caricia, beso, dulzura y cielo, una sonrisa que es una caricia de luz, una puerta al cielo, la luz del alma en la mirada, una sonrisa que viene de Dios. Cuando ayudaba a alguien lo hacía siempre con una sonrisa, repartiéndola por donde pasaba y de esa manera alivió el sufrimiento de muchas personas, a las que escuchaba y ayudaba.
Una vez terminada la visita nos
dirigimos al Santuario de Santa María Magdalena para disfrutar de una estupenda
merienda preparada por María Dolores anfitriona, junto a la hna. Carolina, de
estas visitas a la Hna. Teresa Mira.
Como despedida rezamos la oración
a la Hermana, con el deseo de volver pronto a visitarla.
María Dolores
24 de febrero 2015